Para muchos hombres, la potencia, como una expresión de su masculinidad, juega un papel crucial en la vida. Pero la potencia no se trata solo de masculinidad, porque en el sentido médico es un término colectivo para las habilidades sexuales, independientemente del género.
En los hombres, la potencia es la capacidad de eregir el pene y participar en relaciones sexuales. Pero la fertilidad también es parte de la potencia masculina. En consecuencia, en las mujeres, la capacidad de tener hijos y la excitabilidad vaginal se refieren a la potencia.
Sin embargo, la potencia no se limita a las habilidades físicas, sino que también incluye componentes psicológicos que son cruciales para la estimulación sexual. Si hay una interrupción en la potencia, esto puede llevar a diversos problemas tanto para hombres como para mujeres, quienes aún son reacios a abordar debido al miedo al fracaso.
Mantener la potencia en la vejez es muy importante para los hombres. No se trata solo de masculinidad. Una vida sexual plena también contribuye en gran medida a mantener la salud. La granada, Ashwagandha y Maca han demostrado fortalecer el deseo amoroso, la arginina mejora la circulación sanguínea y el zinc promueve la formación de hormonas sexuales masculinas.
Tanto hombres como mujeres pueden experimentar disfunción eréctil tanto de forma orgánica como psicológica. Las causas psicológicas incluyen, por ejemplo, malas experiencias sexuales, vergüenza, miedo o problemas de pareja.
Causas orgánicas, por otro lado, pueden ser otra enfermedad subyacente como la diabetes, arteriosclerosis, disfunción tiroidea o enfermedades cardiovasculares, así como cambios hormonales, daño nervioso o trastornos circulatorios. Pero tomar ciertos medicamentos también puede causar problemas eréctiles en los hombres, también conocidos como disfunción eréctil, o una excitabilidad reducida en las mujeres.
En los hombres, los problemas de erección indican principalmente trastornos de la potencia. Los problemas de eyaculación o la incapacidad para concebir también son síntomas de una potencia afectada.
En contraste, la disfunción eréctil es menos notable en las mujeres. Además de una pérdida de libido, el dolor durante las relaciones sexuales o una vagina seca son indicadores de una potencia afectada. Además de esto, la incapacidad para concebir o tener hijos también se considera una disfunción eréctil en las mujeres.
Dado que los trastornos de la potencia pueden ser provocados por causas muy diferentes, es importante que el tratamiento realice primero un chequeo general de salud. Los exámenes urológicos o ginecológicos solo deben seguir si no se encuentran enfermedades orgánicas fuera de los órganos genitales.
Los trastornos vasculares relacionados con la potencia pueden ser determinados en hombres utilizando una llamada ecografía Doppler. Un espermograma también proporciona información sobre la fertilidad. Exámenes apropiados por un ginecólogo brindan información sobre las causas de una posible infertilidad de la mujer.
Además de esto, el estado hormonal permite hacer afirmaciones sobre posibles trastornos hormonales. Un examen físico revela causas físicas como cicatrices de nacimiento mal curadas. Sin embargo, el médico tratante solo puede determinar si hay razones psicológicas detrás de la disfunción eréctil a través de una encuesta exhaustiva.
Básicamente, el tratamiento de la disfunción eréctil depende de las causas. Si los problemas son causados por otras enfermedades subyacentes, deben ser tratados primero. Si, por otro lado, los problemas psicológicos son los culpables de la disfunción eréctil, diversas psicoterapias y terapias sexuales con la pareja han demostrado ser a menudo exitosas.
Pero también hay varias opciones de tratamiento disponibles hoy en día para la disfunción eréctil de origen orgánico en hombres. Además de varios potenciadores sexuales con receta, esto también incluye ayudas mecánicas como una bomba de pene, un anillo para el pene o tejido eréctil artificial utilizado en cirugía. Pero también para las mujeres, ahora hay potenciadores sexuales disponibles, que promueven el flujo sanguíneo hacia la vagina y así aumentan la sensibilidad.
Además de la medicina convencional, la naturaleza también ofrece numerosos ingredientes activos que estimulan la circulación sanguínea y aumentan la potencia. Esto incluye, por ejemplo, yohimbina, un alcaloide de la corteza del árbol yohimbe, que aumenta el flujo sanguíneo a los órganos pélvicos y la excitabilidad de los nervios.
La maca, el ginseng, la raíz de rosa, la granada, el lúpulo y el árbol de la castidad también tienen un efecto potenciador. Además de esto, un suministro óptimo de L-arginina, zinc y varios otros oligoelementos y vitaminas tiene un efecto positivo en la potencia.
Aunque en principio no todos los problemas de potencia pueden prevenirse, una dieta saludable y la abstinencia de fumar, así como el consumo excesivo de alcohol, a menudo resultan ser positivos para la potencia. Además de esto, discusiones intensas con la pareja sobre preferencias sexuales y miedos pueden a menudo resolver problemas antes de que puedan llevar a trastornos de la potencia.
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